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CUBA: PASAJE A LA NATURALEZA. GUANAHACABIBES III

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Por: Pedro Luis Hernández Pérez.

Grupo Espeleológico Guaniguanico.

Comité Espeleológico de Pinar del Río

Guanahacabibes es el último lugar de Cuba por donde nace el astro rey. Esperarlo despierto permite indagar con los trabajadores de la villa Laguna Grande, historias y leyendas que pululan sobre dicho espacio territorial; tras delicioso y suculento desayuno (el cual se agradece porque en aras del tiempo y las características singulares del territorio, el viajero no sabe cuándo encontrará tiempo para el alimento), partimos para adentrarnos aún más, en los secretos de la región más occidental de Cuba.

Para ello, es necesario retornar por la carretera ya transitada en la jornada anterior, rumbo al pueblo de Sandino. Entre plantaciones de cítricos se movía el jeep, a través de una carretera construida en 1970. En un entronque del vial, al oeste, el poblado de Bolívar, edificado sobre antiguas tierras del ex latifundista Waldemar Vidal Avalos, sitio conocido también como, Cebadero.

El pueblo hoy cuenta con 1 246 hab., se levantó con el objetivo de agrupar las fuerzas productivas y ayudar a las familias carboneras que mal vivía en insalubres caseríos de la costa norte, conocido como: Los Ipirus o Jipiros, quienes, a partir de 1968, comenzaron a laborar en la Granja del Pueblo Simón Bolívar. Dedicada a la siembra y recolección de cítricos y frutales, cultivos varios y la cría de ganado vacuno.

En la comunidad existen dos consultorios médicos, cuatro aulas, biblioteca, casa comunal, supermercado, librería y bar cafetería. Los suelos, son arenosos y profundos, encontrándose en proceso de recuperación por la excesiva aplicación de fertilizantes químicos. Presentan dificultades con el riego y el drenaje interno, agudizándose la erosión de los mismos.

El visitante deja atrás, aún en las sombras, ese constrastante sitio, pronto se vencen los siete kilómetros hasta el asiento de ciudad Sandino. Antes se llega al entronque con la carretera Panamericana y frente a él, se levantan las ruinas de la cerca circundante a la antigua base aérea militar de San Julián.

Antiguo corral y sexta merced concedida por el gobierno colonial español en 1664 en la provincia de Pinar del Río, el cual lindaba al oeste con San Fernando y al este con Santa Bárbara, escenario que fuera descrito por primera vez por Lorenzo de Flores Barthme, en el Mapa Copia de 1622, Guanahacabibes, en 1883. Para finales del siglo XIX existía un pequeño caserío en esta localidad.

En 1942, en la zona conocida como Asiento Viejo de San Julián, se construyó la base aérea militar. En el Derrotero de la Isla de Cuba, en el tomo segundo de 1951 se exponía:

En el pueblo de su nombre, situado a 19 km de la Fe, propiedad del Ejército de Cuba, tiene dos pistas en forma de “L”, una orientada de N a S, con 2 134 m de largo y 46 de ancho y otra orientada de E a W con el mismo largo y ancho, ambas tienen pavimentados 1 524 m en excelente estado -En la actualidad, esta pista llega a los 3 000 m, acondicionada para aviones de transporte-, tiene hangar, iluminación en las pistas y Radio Beacon; aterrizaban entonces, solo aviones del ejército.

Este sitio, fue visitado en 1863 por el eminente botánico norteamericano Charles Wrihgt. Quién pernoctó en el lugar y realizó breves exploraciones por la comarca.

Al triunfo de la Revolución se mantuvo como base aérea y con la llegada del período especial se decide desactivarla.

Con los primeros rayos del alba, se observa desde la carretera, los contornos de ciudad Sandino. Los edificios de cinco plantas, varios biplantas y casas de mamposterías, son las primeras vistas en plena llanura de esta mole de concreto. Quien resalta, en esplendor sobre el rústico poblado de Río Verde, que se encuentra al norte de la carretera, con débiles estructuras de maderas en lo fundamental.

La Construcción del asiento capitalino sandinense comienza en 1963, en tierras que ocupaba la cooperativa tabacalera San Julián. Antes de 1959 este escenario eran del cubano terrateniente, Miguel Salude y un norteamericano, quienes arrendaban varias parcelas a los Sres. José Copa (Pepe) y José García, para la producción de tomates, café, pepinos y algodón; con el objetivo de exportarlas a Estados Unidos a través de la línea Pan América que pasaba por el aeropuerto de San Julián. Otra actividad que se realizaba tenía relación con la cría extensiva de ganado vacuno, a razón de 4 o 5 cabezas por caballerías.

La fundación poblacional estuvo dirigida a agrupar a los campesinos dispersos de la comarca; el traslado de las familias serranas residentes en las elevaciones de Guamuhaya (Escambray), donde operaban las bandas contra la Revolución, a ello se sumó las personas afectadas por las inundaciones constantes del río Cuyaguateje; donde se decidió construir el complejo hidráulico del propio nombre.

El pueblo fue concebido para unas 2500 personas y las primeras casas se entregaron el 8 de agosto de 1964 para alrededor de: 2000 vecinos. Sin embargo, el desarrollo socioeconómico y la alta tasa de natalidad, sumado al mejoramiento de la expectativa de vida, motivó que en el año 1997, la población rebasó los 10000 ciudadanos, y las 2000 viviendas, lo cual establece un reto constructivo para el gobierno local, pues la red de acueducto y alcantarillado no es suficiente, ello genera serios problemas de contaminación ambiental, y aún, cuando las reservas de agua son abundantes, en ciertas zonas de la ciudad, escasea por falta de infraestructura.

La zona urbana cuenta con un combinado industrial de la construcción, una fábrica de hielo y una pasteurizadora, otros servicios y a su vez fuentes de trabajo son: un supermercado, tiendas, lavandería, peluquería, barbería, bar-cafetería y restaurante, tienen un pequeño hotel y otras pequeñas áreas sociales. Los servicios de salud están cubiertos por: un hospital y varios consultorios médicos. Posee una filial pedagógica y varias escuelas, que cubren todas las enseñanzas, una radio local y pequeño estudio de televisión, entre otros servicios. Otra fuente de trabajo está centrada en la producción citrícola, frutales, ganadería vacuna, forestal, apicultura, tabaco, transporte y el sector campesino.

A pesar del gran esfuerzo por desarrollar esta zona, la migración hacia otros horizontes económicos más remunerativos fuera de la localidad, atentan contra la estabilidad y el desarrollo sustentable y sostenible armonioso.

Pedro Luis Hernández Pérez

Pedro Luis Hernández Pérez

Miembro Ordinario de la Sociedad Espeleológica de Cuba

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