LOS MURCIÉLAGOS, DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ
“Los murciélagos son seres extraños: vuelan con las manos, ven con los oídos, y duermen de cabeza, colgados por los pies. No obstante, figuran entre los animales más importantes del mundo por sus múltiples servicios ambientales.”
Gilberto Silva Taboada
Los mamíferos en general constituyen el grupo de vertebrados que ha evolucionado durante más de 200 millones de años. Entre los órdenes más diversos está Chiroptera (palabra que deriva del griego cheir (manos), pteron (alas), con 1 400 especies en el mundo, son el segundo orden más abundante del planeta, al cual pertenecen los murciélagos.
El término murciélago proviene del castellano antiguo “murciégalo”, palabra que se deriva del latín mus: ratón, caecu: ciego, y alatus: alas, o sea muscaecus alatus. Sin embargo, están más relacionados evolutivamente con los rumiantes y los carnívoros que con los roedores; tampoco son ciegos, emplean la visión en determinadas circunstancias. Y un efectivo sistema de ecolocalización para orientarse y alimentarse.
Habitan en todos los continentes, menos en los polos, son el único grupo de mamíferos capaz de realizar un vuelo verdadero y constituyen la quinta parte de todas las especies conocidas.
Están divididos en dos sub órdenes, Megachiroptera y Microchiroptera; el segundo es el más diverso y de mayor distribución, encontrándose en casi todas las regiones tropicales y subtropicales del planeta. En Cuba solo habitan microquirópteros, entre ellos el tercero más pequeño del mundo con solo 2 g, su nombre común es murciélago mariposa (Nictiellus lepidus).
Con 26 especies vivientes, Cuba es el país con la fauna más rica en quirópteros de las Antillas, y muestra un elevado endemismo, favorecido por la diversidad de hábitats y zonas cársicas. 16 de estos utilizan las cuevas como refugio y 10 los árboles o estructuras realizadas por el hombre.
Tienen gran importancia para los ecosistemas que habitan, influyen de forma muy positiva en la economía y la salud por sus múltiples servicios ecológicos. Son depredadores efectivos de un gran número de insectos que dañan al hombre y a la agricultura (pueden ingerir la mitad de su peso en una sola noche).
Otros se alimenten de néctar y polen de las flores, se sabe que en la flora cubana hay más de cien especies de plantas que son visitadas por 4 especies diferentes de murciélagos. Durante millones de años, muchos grupos de animales han compartido una larga historia evolutiva con las plantas y específicamente con la diversificación de las angiospermas (plantas con flores); muchas tienen eflorescencias con características morfológicas y fisiológicas similares para atraer murciélagos.
Aquellas que son polinizadas por quirópteros se conocen como chiropterófilas y desarrollaron adaptaciones relacionadas con la atracción y accesibilidad para facilitar la transferencia de polen y además restringen el acceso de otros polinizadores, según afirma Carlos Mancina, especialista del Instituto de Ecología y Sistemática (IES).
Los que se alimentan de frutas están entre los dispersores de semillas más eficientes que se conocen. Ellos comen de casi todos los frutos del trópico; el traslado de las semillas por los murciélagos desde los árboles a diferentes distancias disminuye el daño sobre estas, que insectos y roedores pueden ocasionarles.
El tiempo que estas semillas pasan en el tracto digestivo de los murciélagos, ayuda a alcanzar mayores distancias de dispersión y en muchos casos aumenta su porcentaje y la rapidez de germinación. Contribuyen así a generar nuevos bosques y las plantas en áreas devastadas por el hombre, abandonadas por la agricultura y arrasadas por huracanes.
El guano de murciélago (excretas) acumulado y fosilizado durante miles de años en las espeluncas, es uno de los fertilizantes naturales más exitosos y codiciados en el mundo, ha sido fuente de ingresos a la economía cubana en diferentes periodos de su extracción.
Por todos estos beneficios ecológicos que brindan al hombre y a la ecología en general, en Cuba y otras partes del mundo son especies protegidas.
Para el control de las especies que habitan en recintos humanos, el Curador de Mérito, del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba y Dr. Honoris causa Gilberto Silva Taboada, elaboró un proyecto que se nombra “Desalojo inofensivo de murciélagos caseros” y existe el servicio para sacarlos del lugar colonizado sin dañarlos.
Cada 1ro de octubre en todo el mundo se celebra su día internacional, en Cuba existen programas y proyectos enfocados en su conservación, como el Programa para la Conservación de los Murciélagos de Cuba (PCMCu), creado y liderado por especialistas del IES y Cubabat: “Por la conservación en Cuba de los murciélagos y sus hábitats” liderado por la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre (FANJ), y dirigido por especialistas de la provincia de Matanzas.
Silva Taboada asegura que “Los murciélagos necesitan de muchos amigos que los defiendan de su peor enemigo, la ignorancia”. Pues sobre ellos recaen anécdotas negativas, enfermedades, desprecios, vicios y relatos que nunca sucedieron; se asocian con los vampiros, la maldad, el oscurantismo, debido al cine, sin embargo de las 1400 especies que habitan hoy el planeta, solo 3, que viven en Suramérica son hematófagas y no se alimentan de sangre humana.
Los murciélagos llegaron antes de los humanos, habitan el planeta desde el Eoceno (45 millones de años) queda mucho que estudiar sobre ellos, hay que ayudar en su conservación, no verlos como una amenaza que hay que destruir, todo lo contrario, son increíbles criaturas que laboran mientras nosotros dormimos para mantener un verdadero equilibrio ecológico en la naturaleza.